Así que, Kargal empezó a explicar la historia del padre de Aradiel.
- Hace aproximadamente, si no recuerdo mal, 5... o 6 años... conocí a tu padre, pertenecía a la 3º Legión del Imperio, buen soldado la verdad, tardó poco en ser reclutado por mí para la Legión 8º, era fantástico y una gran alegría para el Imperio, pocos elfos eran reclutados para las filas, encima que sus habilidades con las armas son extraordinarias.
La legión 8º y 10º, las dos mejores Legiones del Imperio nos enviaron a vigilar las fronteras entre Elder y el Imperio. Elder a pesar de su tamaño comparado con el Imperio, era una gran amenaza, la habilidad de la magia era mucho mas superior a los magos de la Legión y muchas veces nos vimos amenazados por números inferiores. Tú padre era mi mano derecha, siempre espalda con espalda pero llegaron... monstruosidades, caían del cielo como rocas, así que no vimos otra cosa que la retirada, al siguiente día y no supimos como, se unieron las fuerzas de Noren y Eardón, así empezó, la Guerra de la Independencia, declarada oficialmente por Elder... Nos destrozaron, un simple parpadeo y la Legión 10º se calcinó... No sabíamos que hacer, mi Legión... asustada, huyeron, desertaron incluido yo... cosa que nunca me perdonare... dejar a mi mejor amigo... ahí...
- ¿Que paso con mi padre? ¿como murió? -dijo Aradiel-
- Tú padre, desapareció, estoy seguro que no huyó con los demás, lo único que pude encontrar, fue su espada llena de sangre, y era imposible que estuviera llena de sangre, nunca llegamos a establecer combate cuerpo a cuerpo...
- Pero... ¡¿Entonces podría estar vivo?! -diciéndolo mientras se levantaba-.
- No estuviste ahí... 13.000 soldados de Elite, calcinados en nada, ahí quien no huyó, murió... lo siento...
Aradiel no pudo aguantar más, y se desmayo. Al día siguiente, Aradiel despertó en casa de Kargal, una pequeña casa cerca de la orilla, tranquila y lejos de los demás pueblos.
- Uuuhm ¿Donde estoy? -dijo Aradiel-
- Tranquila niña, estas en mi casa, te desmayaste y sinceramente, no sabia que hacer, así que te traje a mí casa.
- Kargal... lo siento...
- ¿Por que dices eso? no has echo nada de lo que tengas que disculparte.
- Tengo que irme, gracias por todo...
- ¡Espera! No te vayas aún, tengo algo para ti.
Kargal salió corriendo a las afueras de su casa, silbó y llamo a Aradiel.
- Ven Aradiel... tu regalo de familia.
- ¿PERO QUE COÑO?
- Lo estuve cuidando desde... bueno... este caballo era de tú padre, y estoy seguro que el hubiera querido que su hija lo cuidara, es tuyo.
- No se que decir... gracias -diciéndolo mientras sonreía-
26 de junio de 2012
Mundo mágico Capítulo 3 - Viejos amigos
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